El Realismo es una tendencia artística europea que se enmarca, aproximadamente, en la segunda mitad del siglo XIX y que aspira a reflejar la realidad cotidiana de modo objetivo. La burguesía revolucionaria que impulsó el movimiento romántico se convierte en la clase social dominadora y tiende hacia postulados más conservadores, imponiendo una nueva visión de la vida y del ser humano.
· La sociedad española en la segunda mitad del siglo XIX.
Este período tiene como acontecimiento político más trascendente la revolución progresista de 1868, llamada “La Gloriosa”. Esta revolución introdujo los más avanzados valores de justicia social y democracia en un ambiente de libertad (así, se establece el sufragio universal para los hombres, la libertad religiosa, la libertad de prensa, entre otros logros). El liberalismo progresista burgués y las organizaciones obreras, ambos amordazados y reprimidos durante el reinado de Isabel II (1843-1868), eran el apoyo más firme para la revolución. Pero en 1874 el general Pavía disuelve las Cortes y se pone fin al experimento republicano, liquidando todas las esperanzas de avance significativo en la articulación de una sociedad más justa y solidaria. Un año después, Alfonso XII regresa a España y comienza la “Restauración”, que se extiende hasta 1902. Se trata de un largo período en el que los conservadores y liberales alternan en el poder pacíficamente.
Una nueva clase social, el proletariado urbano, se organiza para reivindicar sus derechos. Los enfrentamientos este los movimientos obreros y la burguesía serán constantes en esta época, y esta pugna se verá reflejado en la literatura.
Durante este período España pasa de ser un país preindustrial a otro semi-industrializado (con el consiguiente desarrollo de la industria pesada, los transportes, medios de comunicación, la agricultura , la medicina, etc.). Gracias a las mejoras económicas, la población aumenta considerablemente. Un número mayor de personas tienen acceso a la cultura, aunque los ideales de la Revolución del 68 de educación generalizada fueron abandonados muy pronto (en 1877, alrededor del 70% de la población española era analfabeta).
El desarrollo científico y técnico provocó una reacción contra el pensamiento idealista que imperaba en la primera mitad del siglo y da lugar a la aparición de nuevas concepciones filosóficas (como el positivismo) que se caracterizan por considerar la observación concreta y la experimentación como la única realidad digna de tener en cuenta. Por su parte, la ciencia recibe un fuerte impulso. Gran importancia adquiere Charles Darwin a raíz de la publicación de su libro: Origen de las especies (donde defiende su teoría de la evolución: las especies actuales son producto de la adaptación al medio y de la lucha por la vida de los individuos mejor dotados).
Estas ideas influyen poderosamente en la literatura del momento, sobre todo en el Naturalismo:
· Se dará una prioridad a la descripción de personajes marginados en ambientes sórdidos y miserables. Junto con los personajes burgueses, otros más inquietantes (subproletariado, locos, pobres, mendigos, etc.) se erigen en protagonistas de la mejor literatura realista, narrando sus miserias cotidianas para sobrevivir en una sociedad hostil.
· Nuevos procedimientos artísticos se imponen como modo de creación. La observación minuciosa de la realidad por parte del autor desemboca en un relato objetivo, totalizador pero minucioso, de los personajes más variados, donde se muestra (y, a veces, se demuestra) cómo influye el medio social y la herencia congénita en el destino de los individuos.
Características del Realismo:
El Realismo surge inicialmente en Francia, donde floreció una novela realista de enorme mérito. Después se extendió a otros países del entorno occidental y alcanzó un gran cultivo en Inglaterra y Rusia.
Sus características fundamentales son:
· Reproducción exacta y completa de la realidad social. Todos los temas pueden ser objeto de atención por parte del escritor, desde los más heroicos hasta los más humildes. Para lograr este objetivo el escritor se documenta minuciosamente (mediante lecturas y sobre el terreno) sobre el tema que desea tratar.
· Las obras reparten su atención por igual a los personajes y a los ambientes sociales (preferentemente urbanos, y minuciosamente descritos). Los protagonistas son individuos analizados psicológicamente de manera muy exhaustiva, de modo que el lector conoce hasta los más íntimos recovecos de su alma.
La necesidad de describir profundamente el interior de los personajes determina la presencia de un narrador omnisciente (es decir, aquel que conoce con detalle el pasado y el presente, y es capaz incluso de anticipar el futuro de los personajes. Saca a la luz los pensamientos más íntimos de sus criaturas y no duda en dirigirse al lector para comentar sus comportamientos
· El estilo sobrio, preciso y elaborado. Como se pretende reflejar la realidad de modo verosímil aparecen diferentes registro lingüísticos, acordes con el habla de los personajes.
· Las acciones de las novelas responden a hechos verosímiles localizados en lugares concretos y reales bien conocidos (como Madrid, en Pérez Galdós) o con nombre imaginario de trasfondo real ( así, Vetusta ,en La Regenta de Clarín, representa la cuidad de Oviedo).
· Los novelistas realistas suelen profesar una ideología progresista y, a veces, la dejan translucir en sus novelas (aunque no se suelen pronunciar y dejan que el lector extraiga sus conclusiones). Toman partido ante la realidad, por eso denuncian las injusticias y reclaman una mayor atención para los desposeídos.
Características del Naturalismo:
El Naturalismo surgió en Francia como producto radicalizado de la evolución del Realismo. Su máximo representante fue ÉMILE ZOLA. El escritor naturalista aspiraba a realizar un acto científico con la escritura de una novela, pues esta equivalía al estudio del hombre en unas determinadas circunstancias hereditarias y socio - económicas.
Sus características fundamentales son:
· El determinismo: la conducta del individuo está determinada por su herencia biológica y por el medio social en que desarrolla su existencia. Los instintos condicionan la conducta del hombre: la libertad no existe, ya que todo está determinado por la herencia psicológica y social.
· De ahí que surja un interés por los ambientes más crudos y sórdidos de la realidad. Abundan los personajes miserables: neuróticos, alcohólicos, tarados, violentos, corruptos...
· El novelista, lo mismo que el científico o el naturalista, experimenta con sus personajes. Para ello los coloca en situaciones que permitan ver sus reacciones y su comportamiento, influidos siempre por la herencia biológica y las circunstancias sociales.
· Las técnicas narrativas realistas se llevan a su extremo: observación, documentación, descripciones minuciosas, reproducción de la lengua oral, etc. El narrador es un cronista que se limita a constatar los hechos sin pretender explicarlos y sin intervenir en la narración.
· Los escritores naturalistas pretenden denunciar en sus novelas las injusticias
En España, este movimiento influyó en autores como Pérez Galdós o Pardo Bazán, que utilizaron técnicas naturalistas en la descripción de ambientes y personajes miserables; y en la elección de temas como la denuncia de los aspectos más degradantes e injustos de la sociedad. Pero, en general, rechazaron los demás elementos del Naturalismo.
3.- Destinatarios:
La manifestación más característica de la literatura realista será la novela. La poesía y el teatro son desplazados a un segundo plano. El burgués rehuye del teatro (con todo lo que conlleva de acto social cada representación) y no se interesa por la subjetividad poética de individuos que muchas veces critican el orden social con el que él se siente plenamente satisfecho.
El burgués es el principal lector de la literatura realista. Posee la ilustración, el tiempo y los medios económicos necesarios para apreciar el arte. Pensando en este público lector y sus preferencias es como componen sus obras los artistas del período.
Como el burgués es quien compra libros, influye decisivamente en el tipo de obra que crea el escritor. Este lector prefiere un arte realista, aparentemente objetivo, y que refleje sus preocupaciones (económicas y sentimentales, preferentemente).
También comienza a formar parte de los lectores un porcentaje creciente del proletariado Las clases humildes leían novelas por entregas y folletines publicadas en la prensa ya que no tenían suficientes recursos para compran libros. Estas novelas aparecían en las páginas centrales de los periódicos, de manera que se podían separar y coleccionar de forma independiente. Al igual que los burgueses, los sectores populares se veían reflejados en este tipo de novelas.